Con una fórmula cuidada, los cabellos se encuentran en distintas fases de crecimiento y descanso. En cada folículo piloso crece uno o varios cabellos completando un ciclo que se renueva constantemente y que se compone de tres fases: Fase 1: Anágena (Fase de crecimiento): Un 80% de cabello se encuentra en esta fase, siendo ésta la más larga del ciclo (2 - 6 años). Los folículos están muy activos y son muy sensibles a los cambios nutricionales y a las agresiones externas. El cabello crece de 1 a 1,5 cm al mes. Fase 2: Catágena (Fase de reposo): Es la fase más corta del ciclo capilar (2 - 3 semas). Se detiene la disión celular y la parte más profunda del folículo se acorta y encoge. Es la fase de reposo. Fase 3: Telógena (Fase de eliminación): Esta fase va de los 2 a los 5 meses. El pelo cae y en el mismo folículo puede crecer otro cabello anagénico. Caída del cabello, ¿por qué se produce? Existen muchos factores que influyen en el deterioro del ciclo capilar y en consecuencia en el aspecto y calidad del cabello. Deficiencias nutricionales, contaminantes ambientales, estrés, algunas enfermedades crónicas, cierta medicación o cambios hormonales son algunos de los factores predisponientes. Ahora bien, la causa más común de una debilitación y pérdida del cabello tempranas, es la alopecia androgénica también conocida como calvicie común. Afecta al 40 - 80% de los hombres y al 20 - 40& de las mujeres y viene condicionada por una sensibilidad heredada a las hormonas masculinas (andrógenos) por el folículo piloso. Se produce un acortamiento del ciclo capilar alterándose la estructura del pelo por una fase anágena (de crecimiento) más corta en la que hay un desorden en la síntesis de queratina, principal proteína que da estructura al cabello y un menor aporte de nutrientes, indispensables para preservar la calidad y la belleza del cabello. En esta situación, el cabello no alcanza ni el tamaño ni el grosor suficiente y se va debilitando. Se activan las glándulas sebáceas cercanas al bulbo piloso (raíz del pelo) aportando una secreción sebácea que da un aspecto graso característico de muchas alopecias. Salud y belleza del cabello desde el interior. La degeneración del bulbo piloso es el evento principal que caracteriza el patrón de pérdida de cabello. Por tanto algunos complementos nutricionales son eficaces porque actúan desde el interior, aportando activos directamente sobre la raíz pilosa y que el cabello aprovechará para extraer los micronutrientes necesarios para su crecimiento. Nutrientes específicos para la salud capilar. Lo mejor es optar por formulaciones que además de aportar un complejo multivitamínico anticaída, incluyan otros activos que actúen de forma integral a nivel hormonal y nutricional sobre las causas que provocan la caída del cabello. Plantas como el sabal, la ortiga, las semillas de calabaza o las semillas de lino son de gran ayuda para frenar la caída del cabello al impedir la formación de la hormona implicada en la alteración del ciclo capilar. Otros activos, como el té verde o las semillas de uva ejercen una acción estimulante de la microcirculación favoreciendo la entrada de nutrientes a la raíz pilosa. Las vitaminas del grupo B, la cola de caballo, fuente de silicio, selenio y cisteína, la taurina, o algunos ácidos grasos esenciales (EPA, DHA, GLA) aportan un valor nutricional en el mantemiento de ciertas proteínas que contribuyen a dar estructura no sólo al cabello si no también a la piel y a las uñas, aportando nutrientes necesarios para reforzar el cabello débil, fortalecer las uñas y mantener la salud de la piel. Vital Capilar se encuentra indicado en los siguientes casos: Cabellos desvitalizados, secos y áspero. Alopecia androgénica masculina, femenina y estacional. Durante la menopausia y hombres que experimentan cambios hormonales con la edad. Uñas quebradizas, frágiles y descoloridas. Cuidado de la piel (acné, espinillas, descamación).